Validamos el hecho que el moler intencionalmente más grueso (750 – 950 µm) sin usar molienda SAG y evitando recirculaciones en la molienda húmeda, permite generar una fracción fina y una gruesa (arenas 1.400 µm), en la que la primera concentra significativamente la ley de Cu y Mo, favoreciendo la recuperación metalúrgica.
El proceso propuesto se ve potenciado económicamente por el simple hecho que la mayor concentración de ley de Cu y Mo se produce en las fracciones finas de una molienda intencionalmente gruesa, mientras que las arenas se destinan a un proceso diferenciado, menos intensivo en insumos esenciales de alto valor en la minería, cuya aplicación ha crecido fuertemente en los últimos años gracias al sinergismo que le ha aportado el uso de sales cloruradas en la fase de lixiviación.
El menor uso de la energía eléctrica empleada, agua de tratamiento e insertos de desgaste genera un menor costo de proceso globalizado, permitiendo además un ahorro de CAPEX por unidad de tratamiento en la Concentradora. A la vez, esta nueva estrategia operativa permite mejorar la ley de corte en la mina, transformando recursos en reservas, lo que viabiliza el tratamiento de sulfuros de baja ley que otorgan valor al negocio minero.
En resumen, al ver que el territorio minero-nacional se está transformando en un sistema productivo de cobre de baja ley (SBL), proponemos una potencial solución compatible con el Cambio Climático que involucra un menor gasto energético e hídrico (Net Zero, Cobre más verde…) al compararlo con operaciones alternativas.
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