Los insumos críticos son todos aquellas elementos o materiales empleados en faena, cuyo aprovisionamiento es determinante para una continua operación minera en cualquier horizonte de producción. La criticidad está ligada a que su agotamiento o escasez, lo que impondría limitaciones o restricciones de la operación y consecuentemente de la producción, convirtiéndose en un factor de riesgo y, por lo tanto, una adecuada planificación de insumos críticos debe ser estratégica. Ejemplos de insumos críticos en la minería incluyen las bolas de acero utilizadas en la molienda del mineral, y el sulfhidrato de sodio (NaSH) como depresor esencial de sulfuros de cobre en la flotación.
Los insumos críticos se definen a través de una matriz de riesgos de desabastecimiento. Su consumo unitario no es estático, sino muy por el contrario, está influenciado por aspectos de diversa naturaleza, tales como su calidad, la disponibilidad en el mercado y otros factores asociados a las características operacionales y técnicas que se presentan en las plantas. Dicho comportamiento es claramente dinámico por lo que hacer una correcta proyección de los insumos críticos resulta esencial para asegurar buenos resultados del negocio.
Una vez estimadas las tasas de consumos de estos insumos relevantes en la matriz de riesgos de desabastecimiento, se evalúa el efecto en la falta de éstos y cómo influye su reposición en el compromiso de recursos económicos programados. Es aquí donde se plantea el importante objetivo de gestionar eficaz y eficientemente los insumos requeridos a través de una adecuada planificación en la adquisición, unido a una correcta racionalización en el consumo o dosificación.
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